jueves, abril 20, 2006

Prensa. Resumen de críticas 2004-2005

(Extractos de las críticas más destacadas. Las notas completas pueden consultarse en Internet)

TEATRO: LA OBRA CERRARA EL 1ø FESTIVAL IBEROAMERICANO CUMBRE DE LAS AMERICAS
CLARIN

10 Septiembre 2005
La mentira como bálsamo
El poeta francés sirvió de inspiración para "La amante de Baudelaire, vestida de terciopelo",
de Fernanda García Lao.
Un suicidio arrastrado por la soledad más hermosamente trágica es el broche perfecto para una muerte romántica. El poeta francés Charles Baudelaire, su estética, su El Spleen de París y Las flores del mal inspiraron a Fernanda García Lao para crear e interpretar La amante de Baudelaire, vestida de terciopelo, obra que finalizó sus funciones anoche en el Abasto Social Club. A mediados de octubre cerrará el 31ø Festival Iberoamericano Cumbre de las Américas 2005, en Mar del Plata.Allí, Fernanda interpreta a Hipólita, una cantante border con aires de diva que se ve constantemente sostenida por su asistente Agata, una mujer motivada por la culpa y el deseo, encarnada por Gabriela Luján (quien codirige junto con García Lao). Hipólita es abandonada por sus músicos, mientras que Agata es una desocupada que se entusiasma con el construir un proyecto en común luego de conocerse en la estación de tren donde la primera quiso suicidarse. La mentira como bálsamo y aliento para sostenerse mutuamente, pasados por el tamiz poético y absurdo, pero con humor.La puesta es un breve recorrido por el mundo del poeta maldito que se ubica a medio camino entre lo estrictamente teatral y el musical. García Lao adapta los poemas del afiebrado y genial escritor francés y los convierte en canciones que parecen salidas de un cabaret venido a menos, pero que aún conserva la distinción de antaño. "Fui seleccionando las frases que me resultaban más interesantes. Todo con mucha falta de respeto, pero la verdad es que fue muy bien acogida incluso por los más puristas. Baudelaire era un irreverente, así que tenía que tratarlo de esa forma", dice Fernanda, y completa: "una de mis inquietudes principales fue encontrar un personaje que pudiera cantar esas canciones. Necesitaba una vagabunda, una errante que viviera como él, con grandes dosis de poesía y contraponerla con otro ser equidistante como para darle algo de cotidianeidad. Esa cosa de Don Quijote y Sancho Panza, pero en mujer. Una volada y otra más terrenal".Lánguidas luces violáceas o un patrón en base a flores de lis como papel tapiz sirven de referencias que anclan con el mundo del literato del siglo XIX. Viajar en tren de coladas, una pieza mínima en una pensión, una playa que da frío o escenarios deprimentes, como el de un geriátrico, son vencidos por una obstinación similar a la de Edgar Allan Poe —de algún modo, pariente literario de Baudelaire—, que lo hacía sostener la buena vida en medio de la miseria. Aquí, la miseria es la del amor no correspondido, la de la soledad y la de lo patético, en una obra pequeña y con elementos mínimos que se planta con una propuesta de singular belleza.
Guillermo Zaccagnini.

PERFUME DE OBSCENIDAD
Página 12
Las/12 Viernes, 03 de Diciembre de 2004
talk show
Con amantes así, Baudelaire está salvado de la solemnidad de sus comentaristas, glosadores, explicadores, a la vez que es arrimado al público más desprejuiciado, que después de ver y oír La amante de Baudelaire, probablemente saldrá con ganas de procurarse, si no las obras completas del poeta y crítico francés, al menos Las flores del mal y El spleen de París (además del disco que se vende en boletería). Por otra parte, quienes ya conozcan a este escritor extremo, procesado por ultraje al pudor en su momento, podrán reconocer en esta creación teatral de Fernanda García Lao, sugestivamente puesta en escena, su espíritu fatalista, el culto de la otra belleza –que anida en lo decadente, lo horrible, lo corrupto–, el éxtasis y la languidez.Todo ello a través de la mirada admirada, pero también atrevida de García Lao que, entre otros hallazgos, ha sabido convertir algunos poemas de B. en boleros feroces que ella misma entona, actúa, sobreactúa, aúlla... Por cierto, ésta no es la historia de una de las amantes de Baudelaire, sino la de una cantante que –pese a los bellos temas que hace, con oportuna música de la propia García Lao y de Gabriel Chwojnik– no da pie con bola, va de fracaso en fracaso, en su carrera artística, y también en la sentimental. Porque le escribe una carta por mes a su novio, y él como si nada. La pobre Hipólita, que usa la ropa maravillosamente extravagante de Magdalena Banach, está a punto de tirarse bajo el tren cuando es retenida por Agata. Una chica práctica y prosaica, reina del sentido común y del lugar ídem. Nada que ver con la volátil y colgada cantante. Con su bolsita de red colgada del brazo, Agata le hace la pregunta de rigor: “¿Tiene familia?”, “No, gracias”, le responde extemporánea Hipólita. Entonces la prosaica lleva a la poética a vivir con ella en una pensión, de donde las echan aunque H les canta a los inquilinos y a la dueña La muerte de los amantes. Las dos chicas se convierten en viajeras sin destino. Hipólita sigue desgranado –desfalleciente, aniñada, cómica, desconsolada, sensual– sus canciones, hasta la revelación final de un secreto melodramático.En esta suerte de ofrenda o exvoto al formidable Baudelaire, Fernanda García Lao y Gabriela Luján conforman un dúo de irresistible gracia, en distinto registro humorístico cada una, divagando entre espacios imaginarios, arrastrando la primera valijas y valijitas donde guarda trajes de texturas y colores y brillos pasmosos, apenas limitadas por un par de cortinados rococó que ofician de biombos.
Moira Soto

LOS AMORES TRÁGICOS EN ATRACTIVO MUSICAL
Ámbito Financiero
22-11-04
Una cantante, abandonada por sus músicos y con apenas una valija repleta de ropaje teatral, recibe la inesperada ayuda de una mujer muy simple que casi sin proponérselo termina convertida en su asistente. De allí en más iniciarán un agitado periplo capeando el hambre y la miseria y metiéndose en situaciones que bordean el absurdo. Fernanda García Lao es Hipólita, una sensual artista enferma de poesía, que vive como si fuera un personaje de Charles Baudelaire. Siguiendo los pasos del poeta hace un culto de la bohemia y los amores trágicos, desentendiéndose de las dificultades de la vida cotidiana que tanto preocupan a Agata, su nueva acompañante (un muy buen trabajo de Gabriela Luján). Con sus aires de reina en el exilio y el encanto de su voz, Hipólita va ejerciendo una creciente fascinación sobre su asistente, a quien en cierta forma ha liberado de una existencia ramplona y sin ningún objetivo trascendente. Juntas integran una extraña pareja cuyas peripecias evocan por momentos el humor y la poesía del cine mudo. Pero los temas musicales que García Lao interpreta a lo largo del espectáculo introducen en la escena un clima mágico y sombrío mucho más acorde a la atormentada personalidad de su Hipólita. Dueña de una voz y un carisma extraordinarios, García Lao invoca el espíritu del poeta a través de cinco canciones (basadas en sendos poemas de Baudelaire que ella misma ha musicalizado junto a Gabriel Chwojnik), cuyas letras reflejan una trágica visión del amor, en donde los amantes sufren como adictos, se abisman en los infiernos, o se hieren uno al otro como insaciables vampiros.
Patricia Espinosa

DOS MUJERES CON LA POÉTICA DE BAUDELAIRE
Diario LA NACIÓN
29-10-2004
Llevar a Baudelaire al teatro significa un desafío muy difícil de sortear. Lo que hizo Fernanda García Lao fue crear una trama a partir del universo del poeta francés, básicamente de sus libros "Las flores del mal" y "El spleen de París". Y esta actriz, radicada durante 17 años en España, supo respetar esa forma tan insolente de demostrar que hay belleza allí donde aparentemente no hay.
Una cantante fracasada llega justo para llenar el vacío de otro ser solitario: una mujer, como la de "El spleen de París", el contrapunto perfecto. Ambas dejan ver que se quieren y se necesitan a pesar de las diferencias. Tienen algo en común: están heridas de amor, pero una por la ausencia y la otra por la carencia. Hipólita dice ser la "amante de Baudelaire", porque se expresa con poesía. No sabe lo que es el ridículo, y para ella la imaginación es la mejor forma de ilustrar la realidad. La otra, atada al mundo y a la supervivencia, la protege de su fragilidad. El texto está relatado a través de un humor corrosivo y de un sarcasmo que hacen el mejor homenaje a Baudelaire, sin formalismo. El ambiente Almodóvar está presente no sólo en la puesta en escena, sino también en la interpretación de las canciones y el lugar que éstas ocupan. Todas interpretadas por García Lao, no sólo ilustran, sino que ponen acentos y definen. Son temas de gran belleza musicalizados por ella misma y por Gabriel Chwojnik. La voz entre melosa y descarnada de la intérprete le brinda un color difícilmente imaginado en otra persona.
Buenas actuaciones
Se trazó una puesta interesante con ámbitos recreados a partir de elementos escénicos y telares. Las actrices se adueñan del espacio y lo transitaran recreando la idea de que se trata de distintos ámbitos. Tanto Gabriela Luján como Fernanda García Lao son brillantes. Es un placer encontrarse con intérpretes de este tamaño. La primera hace una creación impecable de su Agata, una mujer tan simple y buena como desesperante. Su composición transcurre por aristas agridulces que la hacen exquisita. Del mismo modo, su compañera y artífice de este trabajo completa un dúo impecable en un trabajo para nada fácil.
El vestuario kitsch apoya la composición y el dibujo de cada criatura, mientras que las luces respetan los climas, sobre todo, los más intimistas.
Pablo Gorlero

2 comentarios:

Lao dijo...
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Anónimo dijo...

Fernanda y Gabriela: Son geniales.
La vi en Valdivia y quiero saber cuando vuelven. Yo soy peruano pero vivo en esta hermosa ciudad.
Adolfo Fonseca, arquitecto.